jueves, 8 de noviembre de 2012

ETICA Y TECNOLOGÍA: EL POLÍGRAFO O DETECTOR DE MENTIRAS




ETICA Y TECNOLOGÍA: 
EL POLÍGRAFO O DETECTOR DE MENTIRAS[1]
Soc. Sergio Vélez Valarezo
servelez1@yahoo.com
"La medicina y la moral descansan sobre una base común, sobre el conocimiento físico de la naturaleza humana”[2]



Gran parte de nuestra sociedad ha identificado y destacado como problemas graves y amenazantes de la convivencia ciudadana –consecuentemente del Buen Vivir-, la inseguridad y la corrupción, incluso por sobre el desempleo y otras lacras sociales.
A nuestro criterio, tales prioridades obligan al auscultamiento de sus verdaderas causas y, por consiguiente, de las alternativas de corrección, y eliminación, si ello fuera posible en el actual sistema imperante de relaciones sociales, en donde el “culto por el becerro de oro” se ha transfigurado en la obtención “del oro del becerro”, y cuyo exponente actual es el dinero.
Descartando los múltiples elementos causales materiales, especialmente la ausencia de medios de subsistencia, pero fundamentalmente la ambición por el acrecentamiento de riqueza, debemos y podemos concordar que, sobre todo, tales problemas radican en la disminución, pérdida o ausencia de valores morales y normas éticas.
Para enfrentar y enmendar tal situación se ha propuesto medidas o políticas que atiendan la educación, sobre todo en el seno de la familia, de la escuela, de las instituciones sociales, etc.
Concordando con Nietzche cuando sostiene que "El pensamiento moral sigue nuestra conducta, no la dirige", podríamos afirmar que son las malas prácticas y acciones de los padres, maestros, políticos, funcionarios, personalidades públicas, etc., quienes han orientado, liderado y determinado la moralidad y ética de la sociedad a la que pertenecemos. 
Es decir, los mecanismos educativos, individuales o colectivos, aunque se conviertan en “políticas de estado” no podrán lograr resultados satisfactorios y tangibles.
En efecto, en nuestra sociedad la práctica moral y ética aceptable sucede en un bajo porcentaje, y probablemente los honestos no seamos más, como cree el Presidente Correa, pues como sostiene Bolívar Echeverría, heredamos una cultura corrupta proveniente del “barroco español”, implantada colonialmente, que aún continúa siendo parte de nuestra “identidad” mestiza. Por lo tanto la degradación continúa en curso, tanto así como la falsificación de firmas por parte de los movimientos y partidos, abocados a cumplir el requisito de demostrar el respaldo ciudadano y calificarse para participar en el gobierno del país. Más aún, los datos que dan cuenta de la creciente impunidad -a pesar de todas las medidas adoptadas-, confirmarían lo aseverado.                          
Siendo así, corresponde recurrir a otros instrumentos, especialmente aquellos creados por la tecnología, como el cardiograma, que desde hace décadas nos permite acceder a un diagnóstico bastante certero del funcionamiento del corazón, y consecuentemente atender de mejor manera sus anomalías.
En el campo de la moral y la ética, el desarrollo científico-técnico ha logrado producir  el polígrafo o detector de mentiras, actualmente en uso en varios países -que continúan marcando el rumbo del futuro, a pesar de todo-, como Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Holanda, Rusia, Bélgica, Israel, Japón, Australia, entre otros, en donde lo han validado como instrumento idóneo y prueba judicial, pues su fiabilidad oscila entre el 80 y el 95%.
Consideramos que el Ecuador debe proceder a aprobar su aplicación legal como mecanismo válido de administración de justicia, o de calificación moral y ética, y sobre lo cual no ha habido ningún pronunciamiento valedero, con excepción del Presidente Correa quien se ha atrevido, en dos o tres ocasiones, a someterse a la aplicación del mismo, sin que nadie responda al reto o exprese su inconformidad.
En términos concretos, y dado el bajo índice de idoneidad y confiabilidad ética de las decisiones de los “operadores de justicia”, que alcanzaría actualmente, como máximo, el 20%, ¿no sería mejor apoyarse o someterse a los resultados del polígrafo o detector de mentiras?   
Más aún, parece posible y, sobre todo, necesario plantear la creación de una cédula de identidad moral-ética –adicional a la actual cédula de identificación física-, basada en los resultados de la aplicación del polígrafo, voluntaria para todos los ciudadanos, pero obligatoria para quienes aspiren a ejercer una responsabilidad pública o social.
Parece que ha llegado el momento de establecer el “conocimiento físico de la naturaleza humana” -como planteó Séneca, hace dos milenios-, en el orden ético, recurriendo a la aplicación del polígrafo que nos brindaría esa posibilidad, de manera confiable.
¿Qué grado de solvencia moral y ética tenemos cada uno de nosotros? ¡Es posible medirla, con un bajo grado de error! Atrevámonos a optar por esta alternativa, como lo ha propuesto prácticamente el Presidente Correa.
Tan importante es esta decisión, para dejar de engañarnos socialmente y lograr la transparencia “identitaria”, pues, además, redundaría en beneficio del descubrimiento de otros “engaños sociales”[3], como debería y podría plantearse para el caso de la ciudadanía de cada individuo, que debería medírsela basada en una prueba de conocimientos o de aprehensión de los derechos, deberes y garantías, contenidos en nuestra Constitución, con el objetivo de promoverla y construirla, y, consecuentemente,  contar con una consciente y proactiva participación ciudadana en todos los niveles del ejercicio de la dirección, poder, fiscalización, veeduría, observación, control, solidaridad, etc., más aún cuando, legalmente, tales funciones y responsabilidades buscan asentarse y lograr su “empoderamiento” por parte de las comunidades barriales y parroquiales, para lograr una verdadera democracia, o gobierno del pueblo.[4]
En conclusión, la transparencia debe asentarse no sólo en el Estado sino, y sobre todo, en la “sociedad civil”, y, especialmente, en quienes estamos dispuestos a construir la sociedad del Buen Vivir, o el Socialismo del Siglo XXI, como alternativa urgente y necesaria frente al capitalismo apocaliptico imperante.   


[1] El presente artículo es un resumen del “Proyecto de investigación y propuesta de inclusión del polígrafo para el mejoramiento de la administración de justicia, y recuperación moral y ética de la sociedad ecuatoriana”, del mismo autor.   
[2] Séneca, Lucio Anneo, http://wwwfrasedehoy.com, Internet.
[3] Caracterización correcta expresada por el Presidente en su informe semanal realizado el pasado sábado 21 de julio de 2012.
[4]“Para muestra un botón”, como decía mi abuela. La ciudadanía para los inmigrantes en USA se la adquiere, o se la otorga, luego de aprobar un cuestionario básico de 100 preguntas, cuyo requisito tendería a contar con personas básicamente enteradas del significado de la ciudadanía en dicho país. Más aún en el nuestro, que ha logrado liderar mundialmente en el campo del derecho constitucional, basado esencialmente en el reconocimiento de los derechos de todos y cada uno, y la garantía de su atención y cumplimiento a cargo del Estado y de la sociedad en su conjunto.